Cómo dejar de amamantar para dormir – Guía paso a paso
![]() |
Sarah Mann Asesora certificada en sueño infantil y mamá de siete pequeños ![]() |
Cuando tu bebé se duerme poco a poco en tu pecho, es un momento verdaderamente mágico. El contacto piel con piel y las hormonas que favorecen el sueño llevan a tu pequeño a una profunda relajación (y probablemente a ti como mamá también).
Y dado que la lactancia materna es una experiencia increíblemente valiosa y fortalece enormemente el vínculo entre mamá y bebé, no es de extrañar que amamantar para dormir sea tan común.
Sin embargo, cuando la etapa de recién nacido ha quedado atrás o los problemas de sueño se vuelven más frecuentes, muchas mamás empiezan a buscar otras formas de calmar a su bebé. Entonces surge la pregunta: ¿Cómo puedo dejar de amamantar para dormir? ¿Y cómo hacerlo de manera suave y progresiva?
Para responder a estas preguntas, he escrito este artículo. Aquí te mostraré métodos comprobados para lograrlo con éxito.
Por cierto, ¿conoces ya nuestro curso gratuito sobre el sueño del bebé?
Desventajas de amamantar para dormir
Además de todas sus ventajas reconfortantes, especialmente en los primeros meses, el hábito de amamantar para dormir también tiene algunos inconvenientes. A continuación, te menciono los tres más comunes:
1. Asociación entre el pecho y el sueño
Por supuesto, es maravilloso aprovechar los beneficios del amamantamiento para fortalecer el vínculo y favorecer el sueño.
Sin embargo, con el tiempo, muchas familias notan que su bebé solo acepta amamantar como única forma de calmarse y dormirse. Sin el pecho, dormir simplemente no parece una opción.
Esto suele ser manejable mientras funcione, pero esta “dependencia” puede volverse un desafío cuando…
- llega el momento del destete,
- mamá quiere salir una noche sin el bebé o
- el bebé se despierta constantemente y solo logra volver a dormirse al ser amamantado.
Dado que los bebés se acostumbran mucho a su rutina de sueño, su cuerpo aprende desde pequeño que solo puede relajarse y dormir a través del pecho.
Romper la costumbre de amamantar para dormir (la llamada „asociación entre el pecho y el sueño“) es uno de los pasos más difíciles si el bebé no conoce otras alternativas, como el cochecito, el porteo o el chupete.
2. Carga emocional para la madre
Por más bonito que sea amamantar, despertarse a las 3 de la madrugada por cuarta vez porque tu bebé solo acepta el pecho para dormir puede ser agotador.
En una época en la que la depresión posparto va en aumento, es fundamental reducir la falta de sueño y el estrés en la medida de lo posible.
Si el papá u otra persona de confianza puede ayudar a dormir al bebé (ya sea con chupete, porteo o paseos) o alimentarlo (por ejemplo, con leche materna en biberón), las mamás tienen más energía y tiempo para afrontar mejor los cambios hormonales, la falta de sueño y la nueva dinámica familiar.
En algún momento me di cuenta de que a veces es necesario equilibrar el idealismo con la realidad. En general, el sacrificio total no beneficia ni a mamá ni al bebé. Hacerse preguntas como “¿Qué es lo mejor para todos? ¿Cómo puedo cuidar mi bienestar emocional? ¿Cómo podemos dormir mejor?” puede ser de gran ayuda.
3. Imposibilidad de contar con otras personas para el cuidado del bebé
Compartir la alimentación no solo puede ser un alivio para mamá, sino que también permite que otras personas cercanas disfruten de estos momentos mágicos. Si quieres que tu pareja participe en la alimentación o planeas reincorporarte al trabajo pronto, puede ser útil introducir el biberón con leche materna además de la lactancia.
Mientras que en algunos países muchas mamás se quedan en casa al menos un año, en otros es común que vuelvan al trabajo antes. Lo importante es encontrar lo que funcione mejor para tu familia.
Y si decides que tu bebé solo reciba lactancia materna, podrías empezar desde los 2-3 meses a asegurarte de que no asocie exclusivamente el pecho con el sueño.
Cómo dejar de amamantar para dormir a los 6 meses
A partir de los seis meses, dejar de amamantar para dormir puede volverse cada vez más difícil. Por eso, es recomendable introducir otras formas de dormir desde temprano y practicarlas al menos una vez al día.
De este modo, tu bebé aprende a dormirse sin el pecho, ya sea en el porteo con papá, en el cochecito con la abuela o con chupete en la cuna. Esto te dará algo de alivio y, al mismo tiempo, más flexibilidad en la rutina familiar (por ejemplo, si necesitas ir al médico y papá debe encargarse de acostar al bebé). No solo puede ser beneficioso a nivel emocional, sino que también fortalece el vínculo entre padre e hijo.
¿Cuándo se debe dejar de amamantar para dormir?
En los primeros meses, es completamente normal que tu bebé se duerma en el pecho. Sin embargo, después de la etapa de recién nacido, vale la pena observar si este hábito empieza a convertirse en un problema.
Esto puede variar mucho de una familia a otra e incluso entre hermanos.
El pecho como chupete o sustituto del chupete
Por más hermosa que sea la lactancia, muchas mamás terminan sintiendo que su pecho se ha convertido en un chupete. Y esta sensación suele ir acompañada de cierto agotamiento o frustración.
Diversos estudios han demostrado los efectos calmantes de la lactancia para aliviar el dolor en los bebés.
Así que sí, nosotras, las mamás, somos en cierto modo el “chupete humano” de nuestros pequeños. Y durante la dentición o cuando están enfermos, esto es completamente normal.
Sin embargo, si tu bebé pide el pecho constantemente, tanto de día como de noche, y más que alimentarse parece solo succionar o “picar”, podría ser el momento de empezar a dejar de amamantar para dormir.
Por cierto, los estudios muestran que el uso del chupete puede reducir el riesgo de muerte súbita del lactante. Además, si se deja antes de los 2 años, no parece haber consecuencias negativas para la dentición.
Si tu bebé tiene una gran necesidad de succión, podrías ofrecerle un chupete real. A menudo, los bebés necesitan práctica para aceptarlo (por ejemplo, puedes intentar sacarlo suavemente de su boca para que aprenda a mantenerlo solo), pero con paciencia puede ser una buena solución.
Amamantar para dormir y problemas con las siestas
Los seres humanos somos criaturas de hábitos. Todos tenemos rutinas y preferencias a la hora de dormir: quizás solo logres dormir en total oscuridad, con una almohada especial o con la ventana abierta.
Los bebés no son diferentes. También desarrollan hábitos de sueño desde una edad temprana. La cuestión es si estos hábitos realmente favorecen el descanso a largo plazo o lo dificultan.
Si el bebé solo puede dormirse a través de la lactancia, esto puede afectar la duración de sus siestas, especialmente entre los 4 y 8 meses. Muchos bebés que duermen solo 45 minutos en cada siesta tienen dificultades para prolongarlas. Y la única manera de volver a dormir es que mamá esté presente en todas las siestas para intervenir rápidamente cuando el bebé empiece a despertarse. ¿Cómo interviene? Exacto, volviendo a amamantar.
Succión constante por la noche
Uno de los principales motivos por los que los padres buscan dejar de amamantar para dormir es la interrupción del sueño nocturno.
La realidad es que muchos bebés que dependen del pecho para dormirse no logran continuar durmiendo sin él.
Los ciclos de sueño de un bebé duran solo unos 45 minutos, mucho menos que los de un adulto, lo que aumenta la probabilidad de despertarse varias veces por la noche.
Esto suele resultar en noches fragmentadas y un gran agotamiento para mamá. En lugar de volver a dormirse solos entre ciclos, los bebés despiertan pensando: “¿Cómo se supone que debo dormir sin el pecho en mi boca? ¿Dónde está mamá?”. Y así, vuelven a pedir el pecho. Una y otra vez. Ya te imaginas el resto.
Cómo dejar de amamantar para dormir: 5 consejos útiles
Si tu bebé ha convertido la lactancia en su hábito favorito para dormir, ¡no entres en pánico! Esto se puede cambiar.
Veamos cómo puedes enseñarle poco a poco a dormirse sin necesidad de amamantar.
Aquí te dejo mis 5 mejores consejos:
1. Crear buenas condiciones para el sueño
Establecer condiciones adecuadas para el sueño es uno de los requisitos más importantes para ayudar a tu bebé a desarrollar nuevos hábitos de sueño de manera suave y respetuosa.
Esto implica introducir un ritmo diario estable para que su cuerpo aprenda cuándo es hora de dormir y cuándo no.
También es muy útil establecer una hora fija y temprana para acostarse.
A medida que se acerca la noche, es recomendable iniciar una fase de calma. Esto ayudará a tu bebé a relajarse y a entender que pronto será la hora de dormir. Para ello, puedes reducir los estímulos 1-2 horas antes de la hora de acostarse, evitando juegos muy activos, apagando pantallas y disminuyendo la intensidad de la luz. Si es posible, las visitas deberían programarse antes de este período y los juegos intensos deberían finalizar con anticipación.
Además, la música relajante (o ruido blanco en bebés más pequeños) puede ser una herramienta útil para indicar que la hora de dormir se acerca.
Por otro lado, es importante asegurarse de que tu bebé duerma lo suficiente durante el día, para que no llegue sobrecansado o sobreestimulado tanto a las siestas como a la hora de dormir por la noche. Un mal descanso diurno suele afectar negativamente al sueño nocturno y viceversa.
Los rituales nocturnos hacen maravillas
Una rutina de sueño estable, con una serie de acciones repetidas en el mismo orden cada noche (por ejemplo, lavarse los dientes, ponerse el saco de dormir y luego una canción de cuna en brazos en una habitación oscura), es de gran ayuda para los bebés y ha demostrado favorecer el sueño. Esta rutina les brinda orden y seguridad, ya que saben qué esperar, y su cuerpo comienza a liberar hormonas del sueño en el momento adecuado para facilitar el descanso.
Por cierto, en mi curso gratuito sobre el sueño del bebé, encontrarás información valiosa y guías prácticas para implementar estos hábitos.
¿Cansada? ¿Agotada? ¿Sin saber qué hacer?
¡INSCRÍBETE AHORA EN EL CURSO GRATUITO SOBRE EL SUEÑO DEL BEBÉ!

Opinión de Sofía:
Se habla mucho sobre métodos para enseñar a dormir y consejos para el sueño del bebé. Pero en este curso, recibes cada día un email con pasos claros y sencillos en la dirección correcta. Aun así, puedes adaptarlo completamente a tu bebé y a tu situación familiar. A nosotros nos ha ayudado muchísimo: ahora por fin podemos dormir varias horas seguidas. Además, las siestas duran como máximo 5 minutos y por la noche, el proceso de dormirse no toma más de 30 minutos. ¡Muchas gracias por este curso!
2. Separar la lactancia del momento de dormir
Si ya tienes una rutina para la hora de dormir, uno de los pasos más importantes es separar la lactancia del momento en que el bebé se duerme. Esto se puede hacer de manera gradual (con el método de eliminación progresiva que describo más adelante) o de forma directa, adelantando la toma al inicio de la rutina, es decir, unos 10-15 minutos antes de la hora habitual de dormir.
Para los bebés más pequeños, puede ser útil establecer la secuencia alimentación-juego-sueño como un patrón constante. Es decir, acostumbrar al bebé a ser amamantado o alimentado después de sus siestas, en lugar de antes de dormirse. De esta forma, se evita completamente la asociación entre lactancia y sueño.
3. Truco infalible: Calmar al bebé con las „5 S“
Cuando un bebé llora, puede ser difícil de sobrellevar para los nuevos padres. Amamantar es una solución sencilla y efectiva porque calma al bebé de inmediato, sin importar la causa del llanto.
Sin embargo, la succión no es la única manera de tranquilizar a un bebé.
El pediatra y experto en sueño infantil Harvey Karp desarrolló el método de las „5 S“, una técnica con un poderoso efecto calmante en los bebés cuando se aplican simultáneamente:
- Sucking (succión): succionar un chupete o el dedo meñique,
- Swaddling (envolver): envolver al bebé con una mantita o técnica de arrullo,
- Side or stomach (posición): colocarlo de lado o boca abajo (solo si está despierto),
- Shushing (sonido): hacer sonidos de „shhhh“ para calmarlo,
- Swinging (movimiento): mecerlo suavemente.
La combinación de estas técnicas tiene un efecto casi mágico y ha demostrado científicamente su eficacia para calmar a los bebés tras la vacunación. Así que definitivamente vale la pena probarlas.
4. Encontrar alternativas a la lactancia para dormir
Una vez que se ha separado la lactancia del momento de dormir, es importante encontrar otras formas de calmar al bebé.
Por ejemplo, papá podría encargarse de dormir al bebé una vez que haya terminado de tomar leche y esté medio adormilado. En este caso, mamá debería retirarse por completo y confiar en que papá, aunque haya protestas al principio, encontrará su propia manera de calmar a su pequeño. Es probable que los primeros días haya un llanto intenso, pero este disminuirá rápidamente cuando el bebé se dé cuenta de que puede dormirse de otra manera.
Tanto mamá como papá pueden sustituir el amamantamiento por caricias, abrazos, porteo, balanceo, el uso del chupete u otras técnicas de relajación. También puede ser útil reproducir música tranquila de fondo, aunque es posible que al principio el bebé no le preste mucha atención.
En lugar de probar desesperadamente diferentes métodos, lo mejor es elegir uno y mantenerlo durante 5-10 minutos mientras le hablas con calma a tu bebé. Puedes validar sus emociones y acompañarlo con frases como: “Sé que estás cansado y frustrado, pero puedes lograrlo. Estamos aquí para ayudarte. Te amamos. Duerme bien, duerme bien.”
5. ¿Cuál es el mejor momento del día para comenzar?
Una pregunta clave es en qué momento del día o la noche es mejor empezar con el proceso de dejar de amamantar para dormir.
Existen diferentes opciones, cada una con sus ventajas y desventajas.
En mis asesorías, suelo recomendar empezar primero con el momento de dormirse por la noche y, en un segundo paso, trabajar en los despertares nocturnos. Por la noche, la presión del sueño es mayor, por lo que los avances suelen lograrse más rápido.
Lo mismo ocurre con la primera siesta del día, que suele ser más fácil de lograr que las siguientes. Una vez que se observan mejoras en este aspecto, se pueden abordar el resto de las siestas y los despertares nocturnos.
Por supuesto, también depende de la situación y la edad del bebé.
En algunos casos, puede ser útil abordar todo de una vez. Sin embargo, es recomendable no hacer demasiados cambios simultáneamente. Puedes empezar, por ejemplo, trabajando en todos los momentos de inicio del sueño (siestas y noche) al mismo tiempo, o centrarte únicamente en la hora de acostarse y dejar las noches para más adelante.
Dejar de amamantar para dormir de forma suave (Método de eliminación progresiva)
Si deseas dejar de amamantar para dormir de la manera más suave posible, el método de eliminación progresiva, popularizado por Elizabeth Pantley, es una excelente opción. Se puede aplicar a bebés desde los 3-4 meses y busca reducir la dependencia del pecho para dormir de manera gradual y respetuosa.
Aquí te explico cómo implementarlo:
1. Retirar el pecho antes de que se duerma por completo
Si tu bebé está acostumbrado a succionar hasta quedar completamente dormido (es decir, un 100% de succión antes de dormir), intenta retirarlo del pecho cuando esté al 90%.
Para hacerlo, introduce suavemente tu dedo meñique en la comisura de su boca para romper la succión.
También puede ayudar levantarlo ligeramente hacia arriba para que termine de dormirse sin succionar.
2. Ayudarlo a dormir de otra manera
Una vez que retires el pecho, intenta que se duerma de otra forma: acariciándolo, haciéndole “shhh”, meciéndolo, cantándole, etc.
Si llora y no se calma, vuelve a amamantarlo. Cuando esté nuevamente adormilado, intenta otra vez retirarlo del pecho antes de que se duerma por completo.
Repite este proceso tantas veces como sea necesario hasta que tu bebé logre dormirse sin succionar. (Puede llevar varios intentos).
3. Reducir progresivamente el tiempo de lactancia
Cuando esta estrategia empiece a funcionar, intenta retirar el pecho cuando el bebé esté al 80%, luego al 70% y así sucesivamente, hasta que finalmente logre dormirse sin necesidad de amamantar.
Si tienes suerte, esto también mejorará automáticamente los despertares nocturnos.
Como este método es muy suave, puedes aplicarlo tanto en las siestas como en la noche al mismo tiempo.
4. La práctica hace al maestro
No te desanimes si los primeros días no ves grandes avances o si el progreso no es lineal. Este es un método que requiere paciencia y constancia.
Sin embargo, la recompensa llega cuando los bebés comienzan a dormirse felices, sin llanto ni frustración, y los despertares nocturnos disminuyen significativamente.
El método LLA
LLA significa “Llorar en los brazos amorosos” y es un enfoque más directo en comparación con el método de eliminación progresiva.
Se trata de una verdadera técnica de asesoramiento en el sueño infantil, que he desarrollado a partir de la psicología del desarrollo y que se usa de manera similar en la “Primera Ayuda Emocional”, especialmente con bebés de alta demanda.
He obtenido excelentes resultados con este método, particularmente en bebés de 4 a 8 meses y en aquellos casos en los que el método de eliminación progresiva no da resultado o se percibe como demasiado lento. Puedes encontrar aquí más información sobre el método LLA.
¿Te gustaría conocer más detalles y estrategias para ayudar a tu bebé a aprender a dormir sin el pecho de forma suave o un poco más rápida? Entonces regístrate en mi curso gratuito sobre el sueño del bebé.
Conclusión – Cómo dejar de amamantar para dormir
La lactancia materna es una experiencia hermosa y altamente recomendable, tanto para fortalecer el vínculo con tu bebé como para su salud y sistema inmunológico.
Sin embargo, si sientes que las desventajas de amamantar para dormir están afectando demasiado tu descanso o si deseas fomentar desde el principio hábitos de sueño saludables, es totalmente posible hacer un cambio en pocas semanas o incluso días.
Probablemente requerirá paciencia y constancia para ayudar a tu pequeño a entender que existen otras formas de dormirse.
Pero una vez que tu bebé aprenda a dormirse plácidamente sin tu ayuda, es muy probable que sus despertares nocturnos también mejoren. El resultado —más descanso para todos— sin duda valdrá la pena.
Preguntas frecuentes sobre cómo dejar de amamantar para dormir
¿El hábito de amamantar para dormir desaparece solo?
Sí, en la mayoría de los casos, este hábito desaparece con el tiempo. A medida que los niños crecen, desarrollan sus propios patrones de sueño y se vuelven más independientes a la hora de dormir. Esto suele ocurrir entre el primer y el tercer año de vida, dependiendo del niño, su personalidad y su entorno.
Sin embargo, puede ser útil introducir poco a poco una rutina nocturna y nuevos rituales de sueño para facilitar la transición.
¿Hasta qué edad se recomienda amamantar para dormir?
No hay una regla fija sobre hasta cuándo debes amamantar a tu bebé para dormir. En última instancia, lo más importante es que funcione para ambos y que sea una experiencia positiva.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y continuar con lactancia complementaria hasta los 2 años o más, según las necesidades de la madre y el bebé.
En términos de hábitos de sueño, a partir de los 2-3 meses puedes empezar a introducir alternativas a la lactancia para dormir. En muchos casos, esto es más fácil en los primeros meses que más adelante, cuando algunos bebés ya han desarrollado una fuerte asociación entre pecho y sueño.
Lo más importante es observar las necesidades tanto de tu bebé como las tuyas. Si amamantar para dormir está afectando tu descanso porque tu bebé se despierta constantemente para succionar, puedes considerar hacer cambios con total tranquilidad.
¿Cuánto tiempo se tarda en dejar de amamantar para dormir?
Para muchos bebés y niños pequeños, amamantar para dormir se convierte en un hábito muy arraigado que, a largo plazo, puede generar o intensificar problemas de sueño.
Si decides dejar este hábito, lo más común es que tu bebé tarde entre una y dos semanas en aceptar una nueva alternativa de manera tranquila. Sin embargo, esto depende de cada niño, de su desarrollo y de su temperamento, por lo que el proceso puede ser más corto o más largo.
Es probable que al principio tu bebé proteste bastante, pero si tú estás segura de tu decisión y sigues un enfoque consistente, en pocos días aceptará la nueva rutina.
Los rituales de sueño son hábitos que pueden modificarse con paciencia. Una vez que tu bebé descubra que también puede dormirse con otras estrategias, como ser acunado por papá, usar un chupete o ser mecido, la transición puede completarse en cuestión de días.
¿Cómo dejar de amamantar para dormir?
Si deseas ayudar a tu bebé a dejar de depender del pecho para dormirse, puedes seguir estos pasos:
- Establece una rutina nocturna constante que ayude a tu bebé a relajarse. Por ejemplo: leer un cuento, acurrucarse juntos, poner música suave o cantar una nana.
- Asegúrate de que tu bebé esté bien alimentado antes de la hora de dormir.
- Amamántalo solo hasta que esté somnoliento e intenta después otros métodos para ayudarlo a dormir, como mecerlo suavemente o acariciarlo.
- Ofrece otras fuentes de consuelo, como un chupete o un peluche. A menudo, estos deben ser introducidos conscientemente antes de que el bebé los acepte como una alternativa reconfortante.
- Reduce gradualmente el tiempo de lactancia antes de dormir para que tu bebé se acostumbre poco a poco a dormirse sin el pecho (pero solo antes de la hora de dormir, no durante el día).
- Alternativamente, puedes separar la lactancia del momento de dormir de manera progresiva o abrupta. Si decides seguir amamantando, intenta que la toma sea el primer paso de la rutina de sueño, aproximadamente 10-15 minutos antes de la hora habitual de dormir.
¿Qué alternativas existen al amamantamiento para dormir?
Si buscas otras maneras de ayudar a tu bebé a dormirse sin necesidad del pecho, aquí tienes algunas opciones:
- Rutina relajante antes de dormir: Introduce rituales calmados y repetitivos antes de acostarlo. Pueden ser simples, como ponerle el pijama, leer un cuento, poner música suave o acunarlo con una nana.
- Contacto físico: Bríndale seguridad con abrazos, caricias y acurrucándolo, sin volver a ofrecer el pecho.
- Chupete: Algunos bebés encuentran consuelo y relajación succionando un chupete.
- Peluche o mantita de apego: Estos objetos pueden transmitir seguridad y ayudar a la transición. Sin embargo, los bebés suelen necesitar algo de tiempo para encariñarse con ellos.
- Ruido blanco o sonidos relajantes: Muchos bebés duermen mejor con sonidos suaves en el fondo, como ruido blanco, lluvia o el sonido del mar. Esto es especialmente útil en los primeros 4-6 meses; más adelante, la música relajante también puede ser una buena opción.
- Otras estrategias comprobadas: Piensa en qué otras cosas calman a tu bebé y úsalas como alternativa, por ejemplo, mecerlo, pasearlo en brazos o que papá le cante. Aunque estas opciones puedan requerir otra transición más adelante, pueden ser un buen primer paso para reemplazar la lactancia como método para dormir.
Cada bebé es diferente, por lo que puede ser necesario probar varias opciones antes de encontrar la que funcione mejor. Sea cual sea la estrategia que elijas, dale a tu bebé al menos 4-5 días para adaptarse antes de decidir si realmente funciona o no.
¿Cómo enseñar a mi bebé a dormirse sin el pecho?
Para ayudar a tu bebé a aprender a dormir sin necesidad de amamantar, puedes probar estos pasos:
- Establece una rutina de sueño reconfortante: Introduce hábitos que lo relajen antes de dormir, como leerle un cuento, cantarle una nana o hacerle un pequeño masaje.
- Aliméntalo antes de la rutina de sueño: Así evitarás que asocie el pecho directamente con el momento de dormirse. Puedes empezar este cambio de forma progresiva, amamantándolo hasta que esté somnoliento y luego utilizando otra técnica para dormirlo.
- Ofrécele contacto físico: Acarícialo o abrázalo para transmitirle seguridad y ayudarlo a relajarse sin necesidad de amamantar.
- Introduce un chupete o un objeto de apego: Pueden convertirse en una fuente de consuelo y ayudar a sustituir la succión del pecho.
- Ten paciencia y sé constante: Adaptarse a un nuevo ritual de sueño puede llevar tiempo, así que es importante ser paciente y mantener la consistencia.
Lo más importante es escuchar las necesidades de tu bebé y adaptar el proceso según lo que mejor funcione para él y para ti.
Cómo dejar de amamantar para dormir a los 2 años
Si quieres ayudar a tu hijo de 2 años a dejar de depender del pecho para dormirse, puedes probar los siguientes pasos:
- Explícaselo con calma: Háblale sobre los cambios en la rutina de sueño. A esta edad, los niños entienden más de lo que creemos. Usa frases simples y cúmplelas con coherencia. Puedes dibujar o hacer un cartel con imágenes de los pasos de la rutina nocturna y practicarlo juntos durante el día.
- Refuerzo positivo: Elogia a tu hijo cada mañana por haberse dormido sin mamar, sin importar si hubo protesta. Dile lo orgullosa que estás y que ya es un niño/niña grande. En algunos casos, una pequeña recompensa como una pegatina especial puede ayudar.
- Establece una rutina nocturna agradable y consistente: Realiza los mismos rituales relajantes cada noche, en el mismo orden (incluyendo lavarse los dientes y ponerse el pijama o saco de dormir).
- Ofrécele comida antes del ritual de sueño: Asegúrate de que esté bien alimentado antes de comenzar la rutina.
- Proporciónale contacto físico: Acompáñalo con caricias y abrazos para transmitirle seguridad sin necesidad del pecho.
- Introduce un peluche o mantita de apego: Un objeto de apego puede brindarle consuelo. Ayuda mucho integrarlo en el juego durante el día para que lo acepte mejor a la hora de dormir. Cuando llegue el momento de la transición, puede servirle para abrazarlo y sentirse acompañado.
- Ten paciencia y mantente firme: La clave está en la constancia y la paciencia. Puede tomar tiempo, pero una vez que empieces, lo más justo para tu hijo es completar el proceso. De lo contrario, podrías confundirlo y hacer que insista aún más en seguir durmiéndose con el pecho.
Confía en tu intuición y adapta estos consejos a las necesidades de tu hijo. La seguridad y el amor que le transmitas durante el proceso serán fundamentales para que logre dormirse de forma independiente.