10 razones por las que tu bebé se despierta constantemente (+ 12 soluciones)
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Sarah Mann Asesora certificada en sueño infantil y mamá de siete pequeños ![]() |
¿Dolores por la salida de los dientes? ¿Dificultades para volver a dormir? ¿Practicando gatear o balbucear en plena noche? Hay muchas razones por las que tu bebé se despierta constantemente, pero también muchas cosas que puedes hacer al respecto.
¡Hola! Soy Sarah Mann, asesora de sueño y mamá de siete hijos. Hoy te mostraré las 10 causas más comunes y las 12 mejores soluciones para los despertares nocturnos frecuentes, para que tú y tu bebé finalmente podáis descansar mejor. Además, al final del artículo responderé a las preguntas más frecuentes sobre este tema.
¿Tu bebé se despierta constantemente? ¡No estás sola!
Investigadores de Nueva Zelanda(1) descubrieron que:
- El 50 % de los bebés de 3 meses pueden dormir 5 horas seguidas. ¡Wow!
- El 50 % de los bebés de 5 meses logran incluso 8 horas seguidas. (No está nada mal, sobre todo si formas parte de este grupo).
- Pero el 15 % de los bebés aún no dormían 5 horas seguidas al cumplir su primer año. (¡Oh no!)
Un estudio canadiense(2) revela que:
- El 33 % de los bebés de 5 meses que se despiertan con frecuencia por la noche todavía no logran dormir 6 horas seguidas a los 2 años y medio. (¡Oh no!)
Y la cosa sigue… Otro estudio(3) descubrió que:
- El 40 % de los bebés de 8 meses con problemas de sueño seguían teniendo dificultades para dormir a los 3 años. (¡Ayuda!)
Como ves, definitivamente vale la pena investigar las causas y buscar soluciones a los despertares nocturnos frecuentes.
El desarrollo del sueño del bebé en su primer año
Para empezar: es completamente normal y, en la mayoría de los casos, no preocupante que los bebés se despierten a menudo. (Sí, aunque sea agotador).
Incluso los bebés que duermen bien pueden empezar a despertarse más seguido por las noches. Esto es agotador y frustrante, pero suele ser común en la segunda mitad del primer año de vida.
Mientras que los adultos tenemos una clara distinción entre el día y la noche, los recién nacidos necesitan varias semanas o incluso meses para desarrollar un ritmo circadiano estable. Y no es de extrañar. Sus estómagos son diminutos, del tamaño de una cereza al nacer, y crecen lentamente. Esto significa que necesitan alimentarse cada 2 a 4 horas, lo que inevitablemente hace que muchas mamás se despierten con frecuencia por la noche.
Además, los bebés necesitan mucha cercanía y atención. Por eso, se aseguran a menudo de que mamá sigue cerca y disponible para ellos.
Cómo evoluciona el sueño de tu bebé
- A partir de los 3-4 meses, muchos bebés comienzan a alargar sus fases de sueño nocturno.
- Entre los 4 y 6 meses, su ritmo biológico se desarrolla más y, en el mejor de los casos, empieza a establecerse cierta rutina diaria. Sin embargo, algunos bebés siguen haciendo solo siestas cortas de 30-40 minutos y continúan despertándose con frecuencia.
- En la segunda mitad del primer año, las noches pueden mejorar… o empeorar. Los picos de desarrollo y las regresiones del sueño, especialmente a los 4 y 6 meses, pueden alterar el descanso.
- A partir de los 8 meses, los bebés se vuelven más activos y móviles, lo que puede llevar a dormir mejor (por el cansancio) o a dormir peor (porque procesan sus nuevos logros durante la noche).
- A los 10 meses, muchos bebés empiezan a practicar ponerse de pie en la cuna… incluso en plena noche.
Como ves, la vida con un bebé es impredecible. Algo de falta de sueño es completamente normal en el primer año. Incluso los bebés que duermen bien pueden empezar a despertarse más seguido, y aquellos que tienen dificultades pueden (con suerte) aprender a dormir mejor con el tiempo.
¿Qué hacer si tu bebé no empieza a dormir más horas seguidas por sí solo?
Los estudios sobre el sueño sugieren que es útil intervenir y apoyar el proceso, para evitar que los despertares nocturnos frecuentes se prolonguen hasta la infancia.
¿Por qué mi bebé se despierta constantemente por la noche? – 10 razones
1. Transición entre ciclos de sueño
Los ciclos de sueño de los bebés son todavía muy cortos, aproximadamente entre 40 y 50 minutos. Se componen de fases de sueño ligero y profundo, cada una con distintos niveles de actividad cerebral.
Cuando el bebé cambia de fase o de ciclo de sueño y su actividad cerebral se ajusta, experimenta un microdespertar. En ese momento, su cerebro revisa: ¿Está todo bien? ¿Sigue todo como cuando me dormí? ¿Hay algún peligro? ¿Tengo hambre? ¿Puedo seguir durmiendo tranquilo?
Estos microdespertares son completamente normales y ocurren en todas las personas. Los adultos, por ejemplo, pueden ajustarse la almohada y volver a dormirse sin problemas. La cuestión es si tu bebé puede volver a dormirse solo de manera tranquila o si cada vez que cambia de ciclo necesita llorar para que lo ayudes a conciliar el sueño nuevamente.
La respuesta a esta pregunta depende de su edad, maduración cerebral, personalidad y hábitos de sueño.
2. Ondas cerebrales
El sueño está estrechamente relacionado con patrones específicos de ondas cerebrales, motivo por el cual en los estudios del sueño se mide la actividad cerebral. El Dr. Chen (Seattle) explica: „A partir de los 6 meses, observamos ondas cerebrales con patrones similares a los de los adultos.“
Esto significa que el cerebro de los bebés atraviesa un proceso de maduración. „Si comparamos estudios del sueño de recién nacidos y bebés con los de niños mayores, las diferencias son notables. Sin embargo, a los 6 meses, los patrones de ondas cerebrales de un bebé ya se parecen bastante a los de un joven de 18 años.“
En otras palabras, la mayoría de los bebés de más de 6 meses tienen la capacidad, al menos en teoría, de dormir una fase larga de 6 horas por la noche. ¡En teoría! 😉
3. Necesidad de cercanía
Un bebé es un ser completamente nuevo en este mundo y necesita tiempo para orientarse. Todo es muy brillante, ruidoso y desconocido, y solo el contacto con la piel y la voz de su madre le resultan realmente familiares.
Para su desarrollo saludable y una relación de apego segura, el bebé necesita mucha cercanía, amor y mimos de sus principales cuidadores, y esto incluye la noche.
Especialmente en el llamado „cuarto trimestre“, es decir, los primeros tres meses fuera del útero, es fundamental atender las necesidades del bebé sin restricciones. A medida que crece, especialmente después de los 5-6 meses, se le puede ir ayudando a comprender que el día es para comer y acurrucarse, y la noche para dormir.
4. Hambre
Está claro que los bebés tienen un estómago muy pequeño y, además, la leche materna se digiere rápidamente. Por eso, necesitan alimentarse cada 2-4 horas. A medida que crecen, en teoría pueden dormir más tiempo seguido, pero en la práctica esto varía mucho.
Es importante evitar que la alimentación sea la única forma de calmar al bebé por la noche. Sin embargo, esto es lo que suele suceder, sobre todo en bebés que lloran mucho y necesitan una solución rápida.
La succión al pecho o al biberón les ayuda a volver a dormirse, pero a largo plazo, esto puede hacer que sigan despertándose por la noche incluso cuando ya no necesitan comer. En estos casos, el hambre nocturna se convierte en un hábito, aunque los bebés mayores ya sean capaces de obtener todas sus calorías durante el día.
5. Malestar físico
Las molestias físicas, especialmente la dentición, pueden interrumpir el sueño incluso en los bebés que duermen bien. El primer diente suele aparecer entre los 6 y 12 meses, pero el proceso de dentición puede provocar noches agitadas hasta bien entrada la infancia.
Por lo general, el malestar desaparece en unos pocos días. Si el dolor es muy intenso, consulta con tu pediatra sobre posibles analgésicos adecuados para bebés.
Los resfriados, enfermedades e infecciones, especialmente las otitis, también pueden alterar el sueño. A partir de los 6 meses, los bebés son más propensos a infecciones, ya que exploran el mundo llevándose las manos y objetos a la boca, junto con los gérmenes y bacterias que estos contienen.
Los trastornos del sueño graves, como la apnea del sueño, son muy poco frecuentes. Las señales de advertencia incluyen ronquidos, respiración bucal durante el sueño y pausas en la respiración.
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6. Falta de rituales y rutinas
A los bebés les encanta la rutina y los rituales. Cuando estos faltan, el bebé se siente desorientado y desorganizado.
Un día caótico, pocas siestas o una hora de acostarse demasiado tarde pueden dificultar el desarrollo de su ritmo biológico.
Las 1-2 horas previas al sueño deben seguir una rutina estable y tranquila. Sin embargo, muchos bebés se acuestan demasiado tarde, sobreestimulados o con horarios inconsistentes.
Cuando esto ocurre, a las hormonas del sueño se les suman hormonas del estrés, lo que dificulta que el bebé concilie el sueño y provoca despertares más frecuentes. La falta de sueño también puede causar largas vigilia nocturnas y despertares demasiado temprano en la mañana.
Consejo: ¿Quieres conocer el ritmo biológico de tu bebé y ayudarlo a dormir mejor? ¿Te gustaría evitar la falta de sueño y establecer una rutina adecuada? ¡Participa en nuestro curso de sueño para bebés! Contiene muchísima información gratuita para mejorar el descanso de tu pequeño.
7. Regresiones del sueño
Justo antes o durante un nuevo hito en su desarrollo, incluso los bebés que duermen bien pueden experimentar alteraciones en su sueño. Estas regresiones suelen durar entre 2 y 4 semanas y se deben a que el cerebro del bebé está trabajando a toda máquina para entrenar una nueva habilidad: girarse, arrastrarse, gatear, sentarse, ponerse de pie, caminar, así como balbucear, reconocer secuencias, distancias y mucho más.
El desarrollo de un bebé en su primer año avanza a un ritmo acelerado. Muchas de las habilidades recién adquiridas se siguen procesando por la noche. No es raro que los bebés practiquen sentarse mientras duermen o balbuceen animadamente. ¿Quién puede pensar en dormir con tanto por descubrir?
8. Ansiedad por separación
La ansiedad por separación suele aparecer alrededor de los 8 meses y puede continuar con altibajos hasta bien entrada la infancia. Si tu bebé está especialmente demandante, llora cuando intentas salir de la habitación o de repente rechaza ir en brazos de su abuela o cuidadora, es posible que esté pasando por una fase de ansiedad por separación.
Esta ansiedad se debe a que el bebé ha desarrollado la capacidad de percibir las distancias y la ausencia de objetos o personas. Para ayudar en esta etapa, es recomendable brindarle mucha seguridad, jugar a juegos como el cucú y darle tiempo para adaptarse.
La ansiedad por separación puede dificultar que el bebé se duerma o se vuelva a dormir (por miedo a separarse de mamá). Sin embargo, según mi experiencia como asesora de sueño, no suele ser la causa principal de los despertares nocturnos frecuentes, especialmente si estos han persistido durante muchos meses.
Hoy en día existen muchos métodos respetuosos que ayudan a los bebés a dormir sin dejarlos solos, lo cual es especialmente importante en estas fases.
9. Comportamiento nocturno de los padres
Por supuesto, es fundamental atender a un bebé que llora por la noche. Y es cierto que desde el nacimiento hay bebés con mejor y peor sueño. Sin embargo, los estudios han demostrado que, además de la maduración cerebral y la personalidad del bebé, el comportamiento de los padres influye en el desarrollo del sueño nocturno. Dos factores clave parecen determinar un mejor descanso:
- Cuánto tiempo pasa el bebé en su propia cuna.
- Qué tan rápido responden los padres a los sonidos nocturnos del bebé.
Los estudios muestran que los bebés que, en los primeros meses, pasaban ratos en su propia cuna y cuyos padres esperaban brevemente antes de acudir a ellos ante cada sonido, desarrollaban menos problemas de sueño con el tiempo.
Atención: Esto no se trata de entrenamiento del sueño ni de dejar llorar a un bebé sin consuelo.
El punto clave es que muchos bebés hacen ruidos, lloriquean o se mueven en su sueño sin despertarse completamente. Cuando los padres reaccionan de inmediato o las mamás ofrecen el pecho en cuanto el bebé se mueve, pueden despertarlo sin querer. Esperar unos segundos para ver si el bebé se vuelve a dormir solo puede hacer una gran diferencia.
Además, es útil fomentar el aprendizaje del sueño independiente desde una edad temprana y sin presión.
10. Hábitos de sueño
Dormir en brazos, al pecho o con el biberón en la boca es acogedor y reconfortante, y durante los primeros meses es completamente natural y beneficioso para el bebé. Sin embargo, muchos padres se dan cuenta entre los 4 y 8 meses de que las estrategias que usaban para que su bebé se durmiera y se mantuviera dormido ya no funcionan o requieren demasiado tiempo.
Si un bebé nunca ha aprendido a dormirse o volverse a dormir sin ayuda (de manera gradual y con apoyo amoroso), es muy común que experimente despertares frecuentes por la noche.
Los patrones que más veo en mi consulta de sueño son:
- Dormirse solo en el pecho o en brazos, lo que lleva al bebé a necesitar succión constante o largos períodos de movimiento para volverse a dormir.
- Asociaciones de sueño difíciles de mantener, como mecerlo o pasearlo durante horas cada vez que se despierta.
Este tipo de hábitos pueden convertirse en la razón principal de los despertares nocturnos frecuentes.
¿Cómo reaccionar cuando el bebé se despierta por la noche? – 6 consejos
La forma en que debes responder a los despertares nocturnos de tu bebé depende, por supuesto, de la causa que los esté provocando.
Aquí tienes algunos consejos que, a largo plazo, ayudarán a reducir la frecuencia con la que tu bebé se despierta por la noche.
- Asegúrate de que todo esté bien. ¿Tiene el pañal sucio? ¿Le duelen los dientes? ¿Tiene demasiado calor o frío? ¿Se ha golpeado o quedado atrapado en una posición incómoda? Si tu bebé se comporta de manera inusual, por ejemplo, si su llanto suena diferente o más agudo de lo normal, investiga de inmediato la causa y ayúdalo según sea necesario.
- Revisa si la luz o los ruidos interrumpen su sueño. Es recomendable oscurecer completamente la habitación para evitar que los primeros rayos de sol o las luces externas, como los faros de los coches, alteren su descanso. También puedes usar ruido blanco o música suave para bloquear los sonidos molestos del exterior (sí, incluso dejándolos encendidos toda la noche).
- No abandones los hábitos de sueño durante regresiones, enfermedades o picos de desarrollo. Aunque las noches sean más difíciles, trata de encontrar un equilibrio. Si tu bebé ya duerme en su propia cuna, evita llevarlo a tu cama de forma repentina. En su lugar, puedes acostarte en un colchón cerca de su cuna o revisarlo con más frecuencia. Ofrécele más seguridad sin crear nuevos hábitos difíciles de cambiar.
- Mantén las noches tranquilas y aburridas. Incluso si tu bebé se despierta por un período prolongado o demasiado temprano en la mañana, evita encender luces brillantes o comenzar actividades diurnas (nunca te levantes antes de las 6 a. m.). En su lugar, actúa de la forma más tranquila, lenta y aburrida posible. Usa solo una luz tenue y habla lo mínimo necesario. El día es para jugar, la noche es para dormir.
- ¿Hambre o no? No todos los llantos nocturnos significan hambre. Trata de evitar que tu bebé asocie la alimentación con el sueño y el consuelo constante. Si estás segura de que ha comido recientemente y no tiene hambre real, prueba otras formas de calmarlo para evitar que dependa de la alimentación nocturna. Durante el día, asegúrate de ofrecer comidas regulares y equilibradas. A excepción de los recién nacidos, no es recomendable fomentar el hábito de comer a cada rato, ni de día ni de noche. Si un bebé mayor toma leche solo cada 2,5-3 horas durante el día, es razonable esperar que pueda dormir al menos 3-4 horas seguidas por la noche (y mucho más a medida que crece, si se acostumbra gradualmente).
- Espera antes de reaccionar. Si tu bebé solo se queja un poco y no llora intensamente, espera de 1 a 2 minutos antes de intervenir. Con el tiempo, puedes extender este tiempo progresivamente. Muchos bebés emiten sonidos entre los ciclos de sueño sin despertarse completamente. Haz el esfuerzo de darle la oportunidad de volver a dormirse solo. No te desanimes si al principio no funciona; la práctica hace al maestro. También puedes intentar calmarlo sin levantarlo, usando un chupete, un suave golpeteo o caricias. Incluso si insiste en ser amamantado o cargado, intenta retirarlo suavemente antes de que se duerma completamente y colócalo somnoliento en su cuna. El objetivo es fomentar, poco a poco, que aprenda a dormirse y volver a dormirse por sí solo mientras está acostado. Este suele ser el factor clave para evitar que siga despertándose constantemente por la noche.
¿Cómo puedo ayudar a mi bebé a dejar de despertarse por la noche? – 6 soluciones
Aquí tienes algunas estrategias adicionales para ayudar a tu pequeño a despertarse menos y a disfrutar de noches más tranquilas.
1. Una hora de acostarse adecuada para su edad
A partir de los 3 meses, es posible adelantar la hora de acostarse si el bebé no lo hace por sí solo. La mayoría de los bebés y niños pequeños duermen mejor cuando se acuestan alrededor de las 19:00.
2. No prolongar demasiado las fases de vigilia
Es importante que el tiempo de vigilia antes de la hora de dormir no sea demasiado largo. Las fases de vigilia excesivas suelen contribuir a noches inquietas.
- Un bebé de 6-8 meses no debería estar despierto más de 3 horas seguidas.
- Un bebé de 9-12 meses no más de 3,5 horas.
- Los niños pequeños que aún hacen dos siestas al día pueden tolerar periodos de vigilia de 3-4 horas sin sobrecargarse.
La sobrecarga es el mayor enemigo de un buen sueño.
3. Una rutina diaria con la cantidad adecuada de siestas en el momento correcto
El sueño diurno es fundamental para una buena noche de descanso. Infórmate sobre cuántas siestas y de qué duración necesita tu bebé según su edad. Proporciónale un lugar tranquilo, oscuro y acogedor para dormir durante el día.
4. Establecer una rutina tranquila para la hora de dormir
Los rituales nocturnos consistentes ayudan a tu bebé a relajarse y a prepararse para el sueño.
5. Objetos de apego
Los objetos de apego, como una mantita o un peluche pequeño, pueden ser de gran ayuda. A partir de los 6-7 meses, muchos bebés empiezan a interesarse por un „compañero de sueño“. Para que este objeto le resulte familiar, ofréceselo con frecuencia, por ejemplo, durante los juegos en el cambiador.
El objetivo es encontrar elementos que ayuden a tu bebé a dormir sin depender exclusivamente de ti. A algunos bebés también les ayuda el ruido blanco o el sonido de la lluvia durante toda la noche.
6. Asegurar una adecuada ingesta calórica durante el día
Es importante garantizar que tu bebé reciba la mayor parte de sus calorías durante el día, especialmente a partir de los 4-6 meses.
Los horarios de comida fijos o al menos ciertos intervalos entre tomas pueden ser útiles. Así, el bebé se acostumbra a alimentarse bien en cada comida en lugar de picotear. Esto aumenta las probabilidades de que desarrolle un patrón similar durante la noche y logre dormir períodos más largos.
¿Cómo puedo ayudar a mi bebé a dormir más tiempo?
Muy pocos bebés tienen la capacidad de dormirse solos cuando están cansados. Del mismo modo, algunos no pueden alargar sus fases de sueño nocturno por sí mismos. Despertarse por la noche y alimentarse es un proceso completamente normal en el desarrollo de un bebé y no debe ser motivo de preocupación.
Mientras todos en casa sigan funcionando bien y con energía, no hay ningún problema.
Sin embargo, si tu bebé parece estar constantemente cansado, irritable y se despierta con mucha frecuencia, y si tú misma te sientes agotada, hay muchas formas de mejorar su sueño nocturno.
Aproximadamente el 25 % de los bebés tienen dificultades significativas para dormir. Si tu bebé sigue despertándose con frecuencia a pesar de tener unas condiciones de sueño óptimas y una rutina adecuada, existen métodos de sleep coaching respetuosos y basados en el apego que pueden ayudarte.
Aprende más sobre ellos con una guía paso a paso en mi curso gratuito de sueño para bebés.
Respetamos tu privacidad. Cancela tu suscripción en cualquier momento. Cumplimos con el RGPD.
Respuestas a preguntas frecuentes
¿Debo mantener despierto a mi bebé durante el día?
Si estás pensando en mantener despierto a tu bebé durante el día con la esperanza de mejorar su sueño nocturno, la respuesta es clara: ¡mejor no!
En la mayoría de los casos, periodos de vigilia demasiado largos provocan dificultades para conciliar el sueño y noches aún más inquietas. Esto se debe al cortisol y otras hormonas del estrés que inundan el cuerpo del bebé. Lo más recomendable es comprobar cuánta cantidad de sueño necesita según su edad y asegurarse de que haga las siestas adecuadas en número y duración.
En casos excepcionales, algunos bebés duermen demasiado durante el día. En este caso, puede ser útil limitar las siestas a un máximo de 1,5-2 horas y, si es necesario, alargar los periodos de vigilia. A veces también es recomendable acortar o eliminar la última siesta de la tarde y adelantar la hora de acostarse.
¿Por qué mi bebé solo duerme 30 minutos?
Esto ocurre porque aún le cuesta unir diferentes fases del sueño. Despertarse poco después de haberse dormido y hacer siestas muy cortas suele ser un signo claro de sobrecarga.
A nivel del desarrollo, estas mini-siestas son comunes entre los 4 y 6 meses de edad.
¿Cuándo comienzan los bebés a despertarse menos por la noche?
No hay una respuesta única para esto. En general, los bebés van alargando progresivamente sus fases de sueño nocturno a lo largo del primer año de vida. A partir de los 6 meses, la mayoría pueden pasar la noche con solo 1-2 tomas.
Sin embargo, hay bebés (alrededor del 25 %) que siguen despertándose con frecuencia y que, incluso con un año, todavía no logran dormir 6-8 horas seguidas. Existe un rango amplio de variaciones que se consideran normales.
Si quieres saber a partir de qué edad un bebé puede aprender a dormir más tiempo seguido, consulta aquí. Como referencia, un bebé de 6 meses teóricamente puede dormir 6 horas seguidas (y la mayoría lo hace). A partir de esta edad, el sleep coaching puede ser una opción útil (consulta nuestro curso de sueño para bebés).
¿Por qué mi bebé está tan inquieto por la noche?
Si tu bebé suele estar inquieto durante la noche, se despierta con frecuencia y no logra calmarse ni siquiera mientras duerme, las causas pueden ser diversas.
Si se trata de un fenómeno temporal, lo más probable es que sean los dientes, una infección leve o una regresión del sueño.
Si el problema ha persistido por un largo período de tiempo, es probable que tu bebé aún no haya aprendido a realizar la transición entre las diferentes fases del sueño de manera tranquila.
En muchos casos, el problema se ve reforzado por hábitos de sueño que requieren asistencia constante para volver a dormirse. La solución suele estar en fomentar el aprendizaje del sueño autónomo de forma suave y respetuosa.
¿Por qué mi bebé se despierta llorando por la noche?
Es una cosa si tu bebé se despierta balbuceando o gimiendo levemente, pero es muy diferente si se despierta gritando a todo pulmón cada vez.
Si se han descartado causas médicas (por ejemplo, dolor intenso por la dentición o una infección de oído), la razón más común suele ser la sobrecarga extrema.
En la mayoría de los casos, estos bebés fueron acostados demasiado tarde o tras un largo esfuerzo por conseguir que se durmieran. En estas circunstancias, las hormonas del estrés pueden interferir en su sueño, provocando despertares angustiantes con llanto fuerte.
¿Qué se puede hacer? Seguir los consejos anteriores, como establecer una rutina diaria adecuada a su edad, rituales tranquilos antes de dormir y una hora de acostarse temprana.
¿Por qué mi bebé de 7 meses se despierta constantemente?
Algunos bebés siempre han sido más inquietos por la noche. Sin embargo, no es raro que incluso los buenos dormilones empiecen a despertarse con más frecuencia a los 4, 6 o 7 meses.
En la mayoría de los casos, esto se debe a picos de desarrollo acompañados de una regresión del sueño.
Si tu bebé de 7 meses ha comenzado a despertarse constantemente y se niega a hacer siestas, probablemente estés en plena regresión del sueño de los 6-7 meses.
¿Por qué mi bebé de 6 meses se despierta cada 2 horas?
Muchos padres de bebés inquietos reportan que sus hijos se despiertan cada hora o cada 2 horas.
Sin embargo, esto suele ser solo una percepción aproximada y está relacionado con la duración de los ciclos de sueño en los bebés.
Los ciclos de sueño de un bebé suelen durar entre 40 y 50 minutos. Aquellos que tienen dificultades para dormir suelen despertarse al cambiar de ciclo, es decir, aproximadamente cada 45 minutos a 1,5 horas.
Esto hace que los padres sientan que su bebé se despierta cada 1-2 horas, cuando en realidad está sucediendo después de 2 o 3 ciclos de sueño.
Este ha sido un resumen completo con las causas más frecuentes, las mejores soluciones y las respuestas a las preguntas más comunes sobre los despertares nocturnos en los bebés.
¡Espero que esta información te haya sido útil y que tu pequeño pronto disfrute de noches más tranquilas!
Con cariño,
Sarah
Fuentes
- Henderson, J., France, K. G., Owens, J. L., Blampied, N. M. (2010). Sleeping Through the Night. The Consolidation of Self-regulated Sleep Across the First Year of Life. Pediatrics, 126 (5), e1081-7.
- Touchette, É., Petit, D., Paquet, J., Boivin, M., Japel, C., Tremblay, R. E., & Montplaisir, J. Y. (2005). Factors Associated With Fragmented Sleep at Night Across Early Childhood. Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, 159(3), 242.
- Zuckerman, B., Stevenson, J., Bailey, V., & Psych, M. (1987). Sleep Problems in Early Childhood: Continuities, Predictive Factors, and Behavioral Correlates. Pediatrics, 80(5), 664–671.